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Capítulo 3

Reportaje 

Para conocer cada parte que compone el reportaje, debes darle clic a las mujeres que están abajo ¡Pasa el cursor y entérate qué parte le pertenece a cada una de ellas!

“Encontrar Belleza en lo absurdo”

Redes sociales como un canal de empoderamiento femenino

El 2012 puede ser un año normal para muchos, pero para Juliana Paucar marcó un antes y un después en su vida. La llama de una sola vela consumió la falda de poliéster que ella vestía el 12 de agosto de dicho año. Ese incidente hizo que esta mujer estuviera cinco meses en el hospital y ocho sin poder caminar. Fue una etapa en la que dejó de ser independiente, no podía ir al baño por sí sola, debía usar pañal y estar a merced de los doctores, enfermeros y su familia.

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Esa tela de poliéster se incrustó en su piel, ocasionándole quemaduras de tercer y cuarto grado. Juliana expresó, que lo más duro fue la parte emocional, fue ver sus cicatrices, comprender que su belleza después de ese incidente sería diferente a la de otras mujeres y que aún con miedo, debía salir adelante.

Foto: Cortesía

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Juliana Paucar es docente en la Universidad Salazar y Herrera en materias de fundamento administrativo.

Esa tela de poliéster se incrustó en su piel, ocasionándole quemaduras de tercer y cuarto grado. Juliana expresó, que lo más duro fue la parte emocional, fue ver sus cicatrices, comprender que su belleza después de ese incidente sería diferente a la de otras mujeres y que aún con miedo, debía salir adelante.

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Juliana llevaba cinco meses con unas vendas desde la cadera hasta el tobillo. Se quemó el 33 % de sus piernas y debía mantenerlas cubiertas para evitar alguna infección o problemas con las heridas, porque aún no tenía piel. Después de un proceso largo en el hospital, llegó el momento de despedirse de ese lugar que la vio llegar con sus quemaduras graves, para irse a su hogar. Sus miedos la acompañaron, porque ya no serían los médicos y enfermeras quienes le harían las curaciones, sino su mamá. “Tenía muuucho miedo. Mi mamá es la mejor enfermera no enfermera del mundo, pero… no dejaba de darme susto”, contó Paucar.

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El temor no solo era por las curaciones, era también por reconocer sus nuevas piernas, aquellas que no veía hace meses y que probablemente no reconocería, porque habían cambiado drásticamente. Su madre le empezó a quitar las vendas, para hacerle la primera curación. Juliana, en ese instante cerró sus ojos, se pasmó, se congeló. No quiso abrirlos y mucho menos, luego de la expresión que hizo su madre al ver lo que había detrás de esas telas blancas que cubrían las piernas de su hija: “¡Ayy, Juli!”, exclamó con voz de compasión y tristeza. En ese momento, Juliana supo que se enfrentaría a algo sumamente difícil.

 

En medio de la reacción de su madre, sus ojos cerrados y el miedo que sentía, había alguien que estaba acompañándola: Willy, el enfermero con el que Juliana salía en aquel entonces. Él para matizar el ambiente, acarició las piernas de ella, les echó agua, las limpió, cada acción la realizó con delicadeza y amor. Juliana, con sus ojos cerrados, se negó una y otra vez a ver cuál era la realidad a la que se enfrentaría. Se seguía negando. Hasta que… decidió abrirlos. “Fue muyyyy duro, yo no las acepté, ¡eran muy rosadas! Tenía cicatrices muy pronunciadas, que luego se volvieron en queloide. Las miraba, las trataba de tocar ¡Yo no me la creía!”.

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El rechazo fue lo primero que sintió. “Mami, esto son dos retazos, parezco un collage, una colcha mal hecha”, fueron expresiones que en un principio Paucar pronunció. Luego, el proceso se transformó en cuestionamientos. “Dios, ¿por qué me pasó eso a mí, yo que hice? ¿quién se va a fijar en mí? ¿nadie me va a mirar porque tengo unas piernas desastrosas? ¡yo ya no tengo piernas!”.

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Su mamá, le repetía una y otra vez que debía agradecer porque estaba viva y no había perdido sus extremidades inferiores. Willy, le resaltaba su belleza, la miraba con amor, pero ella solo le decía a él “no me mires, ¡no mires mis piernas! ¿no ves que son feas?”.

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Luego de un tiempo que ella se regaló para sanar, entender y asumir con amor su proceso, puede decir hoy, que en aquel momento en el que debió reconocerse, aceptarse y amarse tal cual, su mente se veía nublada por los estereotipos que impone la sociedad. Estaba preocupada por el que dirán, por cómo la iban a señalar. Ella solo veía cicatrices y texturas diferentes porque en sus piernas también había injertos de su estómago. Pero olvidó que pudo perderlas y dejar de caminar por el resto de su vida. Después de entenderlo, se dio una oportunidad para amarse y aportar desde su proceso a una sociedad banal que necesita relatos reales y no superficiales.

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Hoy Juliana es una mujer empoderada y que empodera. Ama sus “retacitos” como le dice de cariño a sus piernas, las cuales ve “hermosas, diferentes y divinas”, aquellas que no siguen los estereotipos sociales, pero que la llevan a mil partes, le permiten caminar y cumplir miles de aventuras.

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Foto: Cortesía

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Juliana tiene un pregrado en Negocios Internacionales, una especialización en Gestión de Pequeñas y Medianas Empresas y maestría en Dirección de Empresas de Moda.

Esta mujer de 33 años, hace tres años creó Belleza Absurda, un espacio en Instagram en el que empodera a quienes la siguen; un espacio en el que le ha dado voz a muchas historias de vida, con la finalidad de darle un rumbo diferente a las redes, de mostrar lo que pasa, sensibilizar y crear reflexión. Ese perfil, como dice Juliana es “su lugar seguro”, pues allí, tomó la valentía de compartir su experiencia, de la cual aprendió a encontrar “belleza en lo absurdo”.

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Asimismo, Paucar es amante del mundo de la moda y esto es algo que une con el body positive, un asunto que tiene que ver con empoderar el cuerpo, alejado de los estereotipos y enmarcados en la belleza real, además de ser algo que está plasmado en el perfil de Belleza Absurda.

Victoria Helena Sánchez, autora del texto El Body Positive: Una representación social del cuerpo, expone que el Body Positive está compuesto por dos palabras que se traducen como “cuerpo” y “positivo”. Este movimiento social está arraigado en la creencia de que todos los seres humanos deben tener una imagen corporal positiva; al hacerlo, desafía las formas en que la sociedad presenta y ve el cuerpo físico, pues el movimiento aboga por la aceptación de todos los cuerpos sin importar la forma, el tamaño o la apariencia.

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El objetivo de dicho movimiento es abordar los estándares de belleza poco realistas, construir la autoconfianza, autoaceptación, la belleza y la autoestima, desaprendiendo la noción de belleza impuesta por la sociedad a lo largo del tiempo. El Body Positive, se centra en la idea de que las personas necesitan amarse a sí mismas, aceptando sus rasgos físicos; también realiza una crítica a industrias como la moda, el deporte, la farmacología y los medios por intentar crear una imagen falsa del cuerpo.

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Este tema en redes sociales ha cogido mucha fuerza, hashtags como #bodypositive han sido utilizados en más de 13.8 millones de publicaciones en Instagram. Helena Sánchez, expresa que las redes sociales son los medios más influyentes, pues permiten obtener mayor alcance para estos nuevos discursos.

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Este movimiento de empoderamiento y resignificación del cuerpo tiene mayor auge en redes sociales como Twitter e Instagram, conocidas porque poseen un naturaleza más visual y reivindicativa. Sin embargo, aún falta potencializar más canales que permitan difundir y visibilizar estas apuestas, para que así más personas se informen, se sientan identificadas y promuevan el movimiento.

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Por su parte, Juliana Paucar expresó que el Body Positive es algo que se está impulsando con mucha fuerza en el mercado y puede generar algunas controversias. Sin embargo, ella puntualizó en que esto es bueno porque permite ver cuerpos diferentes, reales, auténticos, con imperfecciones, pero aun así siendo hermosos. Al mercado interesarse por esto, hace que las personas tengan un referente real con el cual se puedan identificar, a diferencia de antes que los estereotipos estaban muchísimo más marcados.

¿Qué piensas cuándo ves cuerpos diferentes, reales y con imperfecciones en redes sociales?

¡Gracias por tu mensaje!

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